lunes, 20 de diciembre de 2010

Motivos para adorar a Noa

Hace muy poquito nacía "Caprichitos de Noa", un pequeño proyectito ideado para conseguir unos ingresos extras y... para qué mentir, porque me encanta todo lo relacionado con la moda y los complementos son detalles que pueden dar un giro inesperado a cualquier prenda.

Pero no es ahí donde quiero llegar sino a por qué he elegido ese nombre. Adoro a mi perra. Muchos pensarán que exagero, otros me llamarán friki y también habrá quien no entienda un sentimiento de tanta envergadura hacia un animal. Me da igual.

En esta entrada pienso justificar con algún que otro argumento, alguno más objetivo que otro, por qué adoro a Noa, mi bulldog francés.





Venero a mi gordi porque:

  1. Es un perro personaje.
  2. Todas las mañanas me da los buenos días con un lametón y una sonrisa perruna. Si hay invitad@s también se acerca a saludar.
  3. Sé que es el único ser del mundo que nunca me va a fallar.
  4. Cuando salgo de casa espera impacientemente mi vuelta.
  5. Vamos de visita a casa de mis padres y la suelto en el portal. Corre a la velocidad de un galgo, con pisadas de caballo y daleada, por la emoción. Entra en la casa y desmonta todas las alfombras del pasillo. Simplemente está feliz.
  6. Siempre está de buen humor.
  7. Tiene el pelo suave y brillante.
  8. Es muy mimosa (como yo).
  9. Tengo una aspiradora gratis. Todo lo que cae al suelo, desaparece como por arte de magia.
  10. Cuando está juguetona, salta jorobada con su especie de pelota de pinchos, toda babeada y llena de pelos. Es mortal.
  11. Si estoy triste me mira con sus ojos brillantes y parece entenderme.
  12. En momentos difíciles, cuando lo he pasado mal, la he metido en mi cama para sentirme acompañada (sí, en mi cama) la he abrazado y he sentido su calorcito para llorar más a gusto. 
  13. Porque va de no haber roto un plato y ha roto ya toda la vajilla a la hora de boicotear a Vega (el perro de mis padres)
  14. Si se le seca el hocico se le ven los dientes inferiores y se parece al perro Pulgoso de los coches locos. Está feísima, pero a mí me encanta.
  15. La maltrato poniéndole ropa, se queda parada y deja de moverse como si le hubiese puesto un ladrillo en el lomo.
  16. Me enfado poco con ella pero si le riño, le duele tanto que se pone a temblar, se va a otra habitación y de vez en cuando se asoma al pasillo para ver si se me ha pasado el cabreo. Sí, podemos llamarlo chantaje emocional.
  17. Cuando se asusta con un ruido extraño o con algún perro se le eriza el centro del lomo.
  18. Es automático. Cuando abro el armario de sus cosas para sacar su toalla de Barbie desaparece. Mi cochinita no quiere bañarse.
  19. Ronca más que mi padre. Es un buen entrenamiento para cuando tenga que compartir cama.
  20. Si quiere algo, te llama con la pata. Es como una personita.
  21. Es capaz de hacer el pino puente por un trozo de jamón york
  22. Es tan señorita que cuando está lloviendo no quiere salir a hacer pis para no mojarse los pies (uys, quería decir patas) 
  23. Me encanta ver cómo la miman mis padres.
Creo que lo voy a dejar aquí. La lista es infinita. Quiero a mi perra por todas estas cosas más otras que no se me ocurren ahora mismo pero sobre todo...porque me da la gana.