martes, 2 de febrero de 2010

Sentidos al límite

La verdad es que en esta última semana he tenido un poquito abandonado el blog y he roto mi promesa de escribir más. Pero creo que lo mejor es no marcar fechas, ni plazos, porque este espacio se convertiría en una obligación, muy lejos de la intención de mi rinconcito.
Como iba diciendo, en estos días, entre los preparativos para el viaje, mi estancia en Londres y el remordimiento de conciencia por lo no estudiado, no he encontrado momento para contaros una experiencia que prometía ser grata pero que me ha marcado mucho más de lo imaginado.
¡Qué contar! pues, han sido demasiadas sensaciones en sólo un día y medio que ha durado la estancia en una ciudad que definiría como elegante, colorida y oscura a la vez y con una extraña paz que contradice a la estresante actividad de una ciudad.
Han sido tantas sensaciones... Me quedaba perpleja observando, intentando guardar dentro de mí cada sensación, cada segundo... pero evidentemente eso es imposible. Londres me ha activado todos mis sentidos. A ver uno a uno:
Vista: pufff, si tuviera que quedarme con una imagen me decidiría por Londres iluminada por la noche a la llegada. Tengo la imagen de las torres y de la noria fijas en mi memoria,creo y espero que para siempre.
Olfato: el olor a especias y aromas a diferentes culturas en los puestecitos de comida de Candem Town.
Tacto: el vaso de café calentito, bueno en mi caso de leche caramelizada, con Antonio.
Gusto: a pastelito inglés. Una galleta prensada de azúcar, con chocolate blanco, pasas y avellanas. Hipercalórico y con sabor excesivo. Todas las comidas allí son muy intensas.
Oído: Risas, mejor dicho, carcajadas. Nos hemos reído mucho.

Leo lo escrito y me sabe a poco, es que han sido tantas cosas. Voy a seguir clasificando:
Anécdota: sin duda la del cowboy argentino en el metro
Frases:  Vas a correr más que una oveja "acabá de pelá"
             ¿Quién, la lesbiana o la normal? Las dos son normales, la otra es heterosexual
Una palabra: ¡¡¡Macarena!!!!!
Una pregunta: Y digo yo ¿las inglesas no pasan frío con esos vestidos tan cortos, sin medias y zapatos de verano a 2 o 3 grados en plena noche? ¿Están hechas de otra piel?¿Cómo lo hacen las tiendas?¿ no hay colecciones de primavera, verano, otoño e invierno?
Como conclusión decir que mi visita ha sido como el primer vistazo a un tema de mi oposición. Lo ojeas y a continuación te dan ganas de seguir profundizando. Esta experiencia ha sido como eso mismo, verlo todo por encima para que la miel se me quede en los labios. Tengo que volver para comerme el tarro entero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario