lunes, 29 de marzo de 2010

Retratos "A mi manera": Lola de la Riva

Esta mañana, oyendo un discurso de Isabel Allende recomendado por una compañera de academia me acordé de ti. Decía esta escritora que ha vendido más de 51 millones de libros en todo el mundo que El corazón nos guía y determina nuestro destino. Esto es lo que necesito para los personajes de mis libros: un corazón apasionado. Necesito inconformistas, disidentes, aventureros, forasteros y rebeldes, que hacen preguntas, tuercen las reglas y toman riesgos. Después de oír estas palabras me dije: ¡Acaba de definir a Lola! Es por ello que hoy, te dedico este retrato que espero que disfrutes.


Te conocí hace ahora unos cuatro años. Por aquel entonces ya lucías ese pelo blanco y ese toque de distinción que te caracteriza y que se mezclan con ese look alternativo, con el que ya se augura una fuerte personalidad y una identidad inigualable.
Cultura con minúsculas ¿Te acuerdas? Querías acercar la cultura a todos por igual a través de la televisión, un gran reto para ti en un momento en el que decidías despegar de un letargo de algunos años.
Tu inconformismo te permitió continuar, porque eres luchadora y no dudaste en hacer tus maletas a los cincuenta y pico, dejar tu casa, tu ciudad, tus hijos, tu negocio...TODO, y empezar de nuevo. Y te admiro. Te admiro por eso y por muchas más cosas y a menudo te conviertes en un ejemplo a seguir porque a pesar de todas las trabas que te ha puesto y te pone la vida siempre tienes una sonrisa para los demás que te perciben como una mujer fuerte.
¿Sabes qué? Me encanta cuando hablo de Lola y llega el momento de decir tu edad. Disfruto presumiendo de algún modo, porque entre  nosotras no hay choque generacional. Contigo puedo hablar de todas esas cosas que me preocupan para que me aportes una doble visión, la de amiga y la de la experiencia. Es genial, porque además eres aventurera  y me empujas a tomar riesgos.
De tu rebeldía me da algo de envidia. Ojalá tuviese yo la valentía de irme fuera del país casada y con hijos a estudiar un doctorado. Y no hablo ni siquiera de hoy día que las mujeres lo tenemos "más fácil". Tus ansias de superación te llevan a romper reglas constantemente. Eres increíble, ya te lo he dicho, eres mi ejemplo a seguir.
Continuamos comparando tu personalidad con las palabras de Isabel Allende. Hablemos ahora de tu corazón apasionado. Porque cada cosa que haces la haces con el corazón y la haces con fuerza. Eres constante, trabajadora, incansable e insaciable, siempre quieres saber más, siempre quieres ayudar más, hacerlo mejor, más, más, más...  Eres el espejo en el que me gustaría mirarme.
Seguimos añadiendo adjetivos. Sumemos ahora el de aventurera y podemos hacerlo extensivo a toda tu vida porque te marcas metas constantemente para tocar tus sueños. Ahora te toca ir a Cuba, a buscar tus raíces, sé que lo lograrás, sé que puedes, sé que quieres. Eres mágica y me llenas de luz sin percatarte.
Por último quiero añadir algo. Me gustaría predecir tu futuro y acertar al decirte que encontrarás ese acontecimiento que te devuelva la ilusión que a veces pierdes. No leo el tarot, pero creo, también al igual que ha dicho Allende, que sólo un corazón sin miedo y resuelto obtendrá medalla de oro. Sé que algún día la tendrás en tus manos.

martes, 16 de marzo de 2010

Retales: Hablamos del dinero

El retal que os presto hoy pertenece al libro Martes con mi viejo profesor  de Mitch Albom, uno de mis preferidos. Habla sobre lo realmente importante. Ya os mostraré el texto que escribí cuando acabé de leerlo.
Del como llegó este libro a mis manos también es importante, porque me reafirma en mi hipótesis de que las cosas ocurren por algo.
Una gran amiga, Mariam, me regaló este libro por mi 25 cumpleaños. Me contó que esta historia de un hombre a punto de morir, le había hecho reflexionar mucho. Se lo regaló una amiga enferma de cáncer a quien a su vez se lo habían regalado. Su amiga murió y este libro significa mucho para ella ya que nunca podrá poner en práctica los consejos que ofrece.
Mi cumpleaños, como todo el mundo sabe (o eso espero, jeje) es en agosto. Pues bien, hasta abril del año siguiente, no antes ni después, no me acordé de que, en el cajón de mi mesita de noche estaba esperándome Morris (así se llama su protagonista). Y lo recordé de repente justo antes de hacer un viaje en un momento turbulento de mi vida.
Comencé a leerlo en el avión y me enganché con sus lecciones de vida. Continué leyendo por las calles de Valencia, esperando a que mi amiga Esperanza saliera de su trabajo.  De repente me dije "si tuviese un bolígrafo" subrayaría las frases que más me gusten (son las que están en negrita). Fue entonces cuando en medio de la calle, en una promoción de una marca telefónica ¡me regalaron un bolígrafo!. Desde ese momento estoy convencida de que este libro es mágico. El fragmento que comparto es uno de mis preferidos. Quien quiera leer el libro puede pedírmelo, aunque recomiendo compren uno y lo tengan en casa. Es una joya.

Ahí va mi retal de esta semana. Reflexionamos sobre el dinero:


Depositamos nuestros valores en cosas equivocadas. Y eso nos conduce a vivir unas vidas muy desilusionadas (...) A Morrie le habían agradado siempre los placeres sencillos: cantar, reír, bailar. Ahora, más que nunca, las cosas materiales significaban poco o nada para él. Cuando una persona muere, siempre se oye decir a alguien "No te lo puedes llevar a la tumba". Parecía que Morrie lo sabía desde hacía mucho tiempo.
- En nuestro país estamos practicando el lavado de cerebro en cierto modo- dijo Morrie con un suspiro-. ¿Sabes cómo se lava el cerebro a la gente? Repitiendo algo una y otra vez. Y eso es lo que hacemos en este país. Poseer cosas es bueno. Más dinero es bueno. Más bienes es bueno. Más comercialismo es bueno. Más es bueno. Más es bueno. Lo repetimos y nos lo repiten, una y otra vez, hasta que nadie se molesta siquiera en pensar lo contrario. La persona media está tan obnubilada por todo esto que ya no teine una visión de lo que es verdaderamente importante.
"En mi vida me encontraba por todas partes con personas que querían engullir algo nuevo. Engullir un coche nuevo. Engullir un bien inmobiliario. Engullir el último juguete. Y después querían contártelo. "¿A qué no sabes lo que tengo? ¿A que no sabes lo que tengo?
¿Sabes cómo he interpretado eso siempre?  Estas personas tenían tanta hambre de amor que aceptaban sucedáneos. Abrazaban las cosas materiales y esperaban que éstas les devolvieran el abrazo de alguna manera. Pero eso no da resultado nunca. Las cosas materiales no pueden servir de sucedáneo del amor, ni de la delicadeza, ni de la ternura, ni del sentimiento de camaradería.
"El dinero no sirve de sucedáneo de la ternura, y el poder no sirve de sucedáneo de la ternura. Te puedo asegurar, como que estoy aquí sentado muriéndome, que cuando más lo necesitas, ni el dinero ni el poder te darán el sentimiento que buscas, por mucho que tengas de las dos cosas. (...)
En este país hay una gran confusión entre lo que queremos y lo que necesitamos- Dijo Morrie-. Necesitas comida: quieres un helado de chocolate. Tienes que ser sincero contigo mismo. No necesitas el último coche deportivo, no necesitas la casa más grande.
"La verdad es que estas cosas no te dan satisfacción ¿Sabes qué es lo que te da satisfacción de verdad?
- ¿Qué?
- Ofrecer a los demás lo que puedes dar.
- Pareces un boy scout.
-No me refiero al dinero, Mitch. Me refiero a tu tiempo. A tu interés. A tu capacidad para contar cuentos. No es tan difícil. Cerca de aquí han abierto un centro para ancianos. Allí acuden docenas de personas mayores todos los días. Si eres un hombre o una mujer joven y tienes unos conocimientos, te invitan a que vayas por allí y les enseñes. Suponen que sabes informática. Vas allí y les enseñas informática. Te reciben muy bien. Y te lo agradecen mucho. Así es como empiezas a recibir respeto, ofreciendo algo que tienes.(...)
- ¿Recuerdas lo que te dije de encontrar una vida llena de sentido?. Lo escribí, pero ahora lo puedo repetir de memoria: Dedícate a amar a los demás, dedícate a la comunidad que te rodea y dedícate a crear algo que te aporte un norte y un sentido. Advertirás-añadió- que aquí no se dice nada de un sueldo. (...)
-Mitch, si lo que quieres es presumir ante los que están en la cumbre, olvídalo. Te despreciarán de todos modos. Y si lo que quieres es presumir ante los que están por debajo, olvídalo. No harán más que envidiarte. Un alto nivel social no te llevará a ninguna parte. Sólo un corazón abierto te permitirá flotar equitativamente entre todos.
Hizo una pausa y me miró
- Me estoy muriendo, ¿no es así?
- Sí
- ¿Por qué crees que es tan importante para mí oír los problemas de otras personas?¿Acaso no tengo bastante dolor y sufrimiento propios? Claro que los tengo. Pero lo que me hace sentirme vivo es dar a los demás. No es mi coche ni mi casa. No es mi aspecto cuando me miro al espejo. Cuando doy mi tiempo, cuando puedo hacer sonreír a alguien que se sentía triste, me siento todo lo sano que puedo sentirme.
Haz las cosas que te salen del corazón, cuando las hagas no estarás insatisfecho, no tendrás envidia, no desearás  las cosas de otra persona. Por el contrario, lo que recibirás a cambio te abrumará.

domingo, 7 de marzo de 2010

SONRÍE Y SÉ FELIZ


Dentro de los propósitos de año nuevo me marqué una meta: reír mucho y llorar poco, y grabado ha quedado en mi cámara de vídeo. Y no es por nada en particular pero es que los expertos dicen que reírse tiene múltiples ventajas.
Las estadísticas aseguran que cuando somos niños sonreímos entre 300 y 400 veces por día. La adolescencia, con los múltiples cambios fisiológicos y psicológicos que produce en el cuerpo humano, disminuye el número hasta 70 veces. Pero lo peor es que, cuando somos adultos sólo sonreímos unas 10 o 20 veces por día!! Así que digo yo. Vamos a proponernos todos reírnos un poco más porque no cuesta nada y es muy beneficioso.
Destaco aquí sólo algunos de los motivos por los que hay que proponerse muy en serio regalarnos muchos momentos a lo largo del día.
  • La risa inmuniza contra la depresión y angustia
  • Cuando uno se ríe segrega más adrenalina, lo que potencia la creatividad y la imaginación.
  • Al reír, el cerebro hace que nuestro cuerpo segregue endorfinas, sedantes naturales del cerebro similares a la morfina; esas segregaciones que actuan como drogas naturales que circulan por el organismo, resultan cientos de veces más fuertes que la heroína y la morfina, además son gratuitas y no tienen efectos secundarios. Por eso cinco o seis minutos de risa continua actúan como un analgésico.
  • Al reírnos estamos haciendo ejercicio: Con cada carcajada se ponen en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejercitar con la risa.
  • La risa actúa como un masaje: La columna vertebral y cervicales que es donde por lo general se acumulan tensiones, se estiran al reirnos. Además se estimula el bazo y se eliminan las toxinas. Con este movimiento el diafragma origina un masaje interno que facilita la digestión y ayuda a reducir los ácidos grasos y las sustancias tóxicas.
  • Nos limpia: Al reírnos se lubrica y limpian los ojos con lágrimas. La carcajada hace vibrar la cabeza y se despeja la nariz y el oído.
  • Oxigenación: Cundo ries entra el doble de aire en los pulmones, de ahí que la piel se oxigene más. En concreto, los pulmones mueven 12 litros de aire en vez de los 6 habituales, lo que mejora la respiración y aumenta la oxigenación. Con esto se desmiente la idea de que la risa provoca arrugas en el rostro, al contrario lo tonifica.
  • Por último, la risa nos da felicidad: Además de favorecer en la producción de endorfinas, también hay mas encefalinas en el cerebro, ambos neurotransmisores (formados por cadenas de aminoácidos) que se encuentran sobretodo en el sistema límbico y cuya función es combatir el dolor.
No sé si a ustedes os parecen pocas las razones para marcarse mi propia meta. Yo desde luego me lo he propuesto en serio. 
Y pues, qué mejor manera de empezar que leyendo un chiste:

Si habéis sonreído: bienvenidos al mundo de aquellos que soñamos y luchamos para ser felices. Porque la felicidad es un camino y no una meta. A veces hay que poner de nuestra parte, no vale decir que las circunstancias no te dejan.