viernes, 12 de febrero de 2010

Retiro la corona al león. El verdadero rey es el elefante.

Hace ya cuatro meses y medio que escribí este texto para denunciar de algún modo por la situación que pasaba en ese momento.  Lo retomo ahora porque me parece muy apropiado. Para mí la situación ha cambiado mucho desde entonces, afortunadamente, y aunque pueda parecer lo contrario, para mejor. Sin embargo, me lastima comprobar cómo a pesar de los cambios, las cosas siguen igual. Lo siento mucho por ustedes chicos. Ánimo.

21/09/09. El poder corrompe, enrarece, mina de ambición y lo peor de todo es que deshumaniza. Y sí, es una afirmación.
Lo digo con conocimiento de causa, que es diferente a oírlo de los demás. Y es una pena, porque hay quien no se entera de que, en el camino que recorremos a lo largo de nuestras vidas tenemos tiempo para todo, para estar por encima, por debajo o en medio. A mí me encanta eso, porque de todos esas esas posiciones de jerarquía se aprende mucho y se llega a respetar cualquiera de los niveles del escalafón.
En mi recorrido me vengo cruzando con ¿personas? que de un modo u otro, han alcanzado, lo que ellos creen poder, pero no saben controlarlo. Se permiten el lujo de infundir miedo, aplastar y dejar sin respiración a quienes ellos consideran inferiores, demostrando una vez más pobreza de corazón y sobre todo torpeza.
A más de uno me gustaría decirle que el rey de la selva no es el león. Eso cree la mayoría. El león es agresivo, y aprovecha cualquier ocasión para devorar... al más débil. Muchos humanos le imitan. Qué cobardes. A mí me gusta más la otra corriente, quienes están seguros de que el verdadero rey es el elefante. Todas las especies se abren a su paso. Me lo contaron una vez y todavía me dura la sorpresa. Es increíble comprobar como la grandeza,el respeto y la autoridad la obtiene un animal inofensivo y que no come carne. Estoy segura que en la selva humana es lo mismo.
Sí, estoy indignada con quienes confunden el poder y la autoridad con la posibilidad de crear miedo y que por mantenerse en sus posiciones hacen lo que sea necesario. Me dan pena. Pero como he dicho antes la vida es un recorrido, estamos hoy debajo y mañana arriba, pero también al contrario y todo es igual de digno. Es el trabajo lo que dignifica a las personas y no la posición que ocupen. Me gustaría inculcar esta filosofía a más de uno, pero desafortunadamente la soberbia y la vanidad, a veces están por encima de la humanidad. Lástima, nunca conocerán la verdadera felicidad.



1 comentario:

  1. Lo has bordao, compi. Pero por favor, ten fé y nunca pierdas la esperanza en un mundo lleno de elefantes. Con personas como tú, clamando la corona para ellos, al final ya verás como lo conseguirás- Pero debes seguir gritándolo, clamándolo, reclamándolo. Porque de las avestruces no habla nadie y creo que tú no tienes nada de ave. Con todo mi cariño, que sabes que lo tienes para siempre.

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